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PIEDRA BUENA,
Buenos Aires.

La potencia de regalar una foto

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Benito estuvo basado en Buenos Aires durante 6 años. Eso de por sí ya fue una gran experiencia.

Ocurre que desde Europa nos contactan porque quieren hacer un proyecto de marketing con personas de un barrio modesto de la ciudad para representar una historia similar a la de Maradona.

Fuimos a conocer un barrio en la zona sur de Buenos Aires: Piedra Buena. Eduardo “Tyson” Seballos era nuestro anfitrión. Tenía con su familia un pequeño local donde se vendía de todo.

 

El proyecto europeo no se hizo. Pero sí nació uno que nos ha inspirado y usamos hasta el día de hoy en las distintas compañías con que colaboramos.

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Como todas las cosas desconocidas, nuestra visita al barrio generaba ciertas tensiones en los lugareños y en nosotros.

Pero al mismo tiempo era muy atractivo.

No nos encontramos con el nuevo Maradona. O quizás sí. Porque los niños se tomaban en serio el fútbol y sus padres también.

Gente que compartía en las calles o en la puerta de su casa.

Niños que preparaban una obra de teatro. Viejos jugando póker en la parte trasera de una verdulería. Arte en las calles.


Era tal la calidez de la gente, que por momentos uno dejaba de ver las carencias y le daban ganas de pertenecer al lugar. No parábamos de tomar fotos para guardar un registro.

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El proyecto de Europa no se hizo. Pero nosotros nos embarcamos en una aventura que hasta el día de hoy sirve de base para todo lo que hacemos.

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REGALAR UNA FOTO

Le propusimos a Tyson que nos apoyara para tomar fotos de eso que nos tenía cautivados, de las personas de Piedra Buena. La idea era tan simple como regalarle las fotos bien impresas.


Queríamos poner en valor eso que veíamos en ellos. Enseñarlo. Regalárselos.
 

Tyson estaba motivado con el rato que pasábamos juntos. nosotros también, aprendimos toneladas. Pero estaba totalmente escéptico acerca de la idea de tomar fotos para regalarlas. Sobre todo en la era digital en que todos pueden tomar una foto a costo cero.


Imprimimos en un buen laboratorio un alto de fotos en 10x15 y se las pasamos a dejar a su pequeño local para que se las fuera entregando en un sobre a sus vecinos…

A las 11:00 de la noche nos llama Tyson emocionado hasta las lágrimas. Cuando llegó en la tarde empezó a regalarle las fotos a los vecinos que pasaban por su calle. Al poco rato se había corrido la voz y habían venido todos! Fue motivo de encuentro y no paraban de agradecerle.

¡Montones de historias que nos marcaron para siempre!

Un vecino que tenía un improvisado taxi con su viejo Dodge 1500 puso la foto de su hijo pegada en el parabrisas, pero mirando hacia afuera…. ¡Para que todos vieran cuál era su mayor riqueza!

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FOTO + CONVERSACIÓN SINCERA

No es casualidad entonces que en todos los proyectos que desarrollamos en el futuro,

la foto y la conversación sincera sean protagonistas.

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Por eso siempre nuestras presentaciones a trabajadores o gerentes las terminamos con este cuadro de Diego de Velásquez en que representó a una de las personas modestas de su pueblo, pero haciendo ver toda la pureza que había en él.

Algodón blanco, rasgos de nobleza verdadera en su rostro, compartiendo una fina copa de agua con un joven.


Probablemente esa sea una gran clave:
Cuando vamos a reunirnos con los trabajadores no nos sentimos haciéndoles un favor, ni dándoles clases ni tampoco haciendo un trabajo social. Vamos a conocerlos y a que nos conozcan. Vamos con la certeza que podremos aprender mucho y disfrutar de un encuentro muy sensible. Como disfrutamos con el gran Eduardo “Tyson” Seballos de Piedra Buena, Buenos Aires, Argentina.

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